Otra película de fantasmas asesinos, esta vez unos niños que murieron al comienzo del siglo 20 en una mina cuando un derrumbe provocado por adultos los sepultó. Ahora los fantasmitas matan a todo el que se equivoca en andar por esas montañas de noche, en busca del dueño de la mina o sus descendientes, para al fin vengarse.
Comenzaré con lo bueno: la película logra unos momentos de tensión aceptables porque los fantasmitas dan un chin de miedo con el maquillaje de rigor, además de que a cualquier multitud de carajitos, vivos o muertos, queriendo causar daño físico, hay que respetarla. Sin embargo, lo malo: es que los adultos desta película son todos unos idiotas, comenzando por la protagonista, heredera de una casona en las montañas viejísima, sucia y mal atendida, que decide meter a sus hijas ahí sin preocuparse por el sinnúmero de cosas malas que pueden haber (así de rápido pienso en moho, tablas frágiles, ratas, etc.). Y cuánto es que hay que pagarme a mí para disque salir a caminar por un monte tan cerrado y oscuro como ese, de noche, con una neblina, y con la supuesta leyenda de asesinos sobrenaturales? Difícil que haya dinero.
5.5 tubérculos-que-se-aventuran-a-bravear-la-noche-de-un-lugar-que-supuestamente-los-quiere-muertos de 10.
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