Como dice la película al comenzar, esta es la historia de un chico que conoce una chica, pero no es una historia de amor. Bueno, sí es una historia de amor, sólo que no es una historia de amor para y por siempre. Muchas relaciones tienen un comienzo, medio y final, y la pareja sigue cada uno por su camino. Sólo los recuerdos (y algún que otro artículo adquirido en conjunto) quedan, normalmente ni siquiera en orden cronológico en la mente. Eso es lo que trata de recrear esta película, una historia de amor no en orden cronológico sino más en un orden aleatorio de cómo llegarían esos recuerdos a la mente.
Una chica que no cree en realidad en el amor se encuentra con un chico que siempre ha creído en el final feliz de los cuentos, ambos deciden ser pareja. La chica no necesariamente ha cambiado su forma de ser, pero el chico trabaja para lograr que sí.
La razón que da la hembra en el banquillo del parque, del por qué la historia acaba como acaba, tiene mucha lógica y sentido, aunque duela como le duele al varón. Pero la historia es bonita, bien actuada, y diferente. Normalmente no hacen películas románticas “diferentes”.
7 inesperadamente-esperados-cambios-de-temporada de 10.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario