El protagonista es un experto en el duelo, en lidiar con el dolor que causa la pérdida de alguien importante. Es un hombre que da charlas y ayuda a muchas personas a superar aquello que ha estancado sus vidas. Provee esperanza a su audiencia, motivos para seguir viviendo y disfrutar lo que tienen. El problema con esta persona tan optimista es que, por dentro, él sufre de los mismos problemas que su audiencia, pero él no tiene a alguien como él que lo aconseje, y claro, él no se lleva de sus propios consejos. Una chica aparece en el marco, y aunque la vida della también está llena de problemas y malas decisiones, entre los dos logran avanzar hacia una buena solución.
Una dramedia aceptable que toca los mismos puntos trillados de siempre, pero cuyos personajes son lo suficientemente bien delineados, con agradables características, que uno no se aburre y hasta sonrisas te salen.
La película no es mala, no tienes que salir corriendo a alquilarla tampoco.
Un pensamiento tangencial: me pregunto cuántas veces en la vida real habrá funcionado el clásico cinematográfico de la escena emotiva entre dos personas, vista por muchas personas en algún cuarto en silencio, en donde uno de la multitud se para y aplaude lo acontecido por la pareja, poco a poco provocando una estampida de aplausos. Ya sabes, el aplauso solitario luego de algún momento de valentía. Supongo que casi nunca funciona.
5.8 fobias-que-promueven-como-efecto-secundario-la-buena-salud-física de 10.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario