En un futuro no muy lejano, un genio de la robótica creó androides que podían ser controlados por ondas mentales. El propósito era que los minusválidos pudieran vivir una vida fructífera sin necesidad de depender de nadie. Pero cuando la tecnología alcanzó un nivel de perfección insólito, todas las personas decidieron comprar un modelo más al estilo de cómo se ven … imagínate que te digan “aquí puedes comprarte un robot que tiene todas las apariencias físicas de un humano, le puedes añadir todo tipo de mejora, como sentido del tacto, súper audición, fuerza, etc. Hasta puedes crearlo a tu semejanza o con la apariencia que más te pique, incluso un sexo diferente al tuyo! Así no tendrías que salir de tu casa, puedes vivir tu vida luciendo como quieres, comiendo lo que quieras, sin temor a morir en un accidente o un asalto, y así.”
Pues eso fue lo que pasó, lo que comenzó como un sueño altruista se convirtió en un despelote de mundo en el que todo el mundo es papote o mamacita. La trama arranca cuando una pareja que estaba inspeccionando la pulcritud de un callejón una noche es asesinada por una ‘funda de carne’, como le dicen a los humanos. Claro, no sería un grave problema porque quienes cayeron fueron robots, pero el asunto es que también los operadores murieron con la cabeza frita. Y ahí entra nuestro detective protagonista, quien debe amarrar este caso rápido antes que la noticia de que cualquiera puede morir usando su robot cause un pánico mundial.
La película es entretenida y los efectos especiales, principalmente los que hacen que los actores se vean ligeramente falsos, están bien logrados. El tema, como fuente de discusión, tiene su mérito, ya que es un futuro muy posible, aunque para nosotros lejano aun.
7.9 líderes-de-la-resistencia-con-algo-que-ocultar de 10.
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