El señor Cameron ha creado otra maravillosa unión entre arte y tecnología con la luna de Pandora y sus habitantes. Los humanos hemos destruido nuestra naturaleza en búsqueda de fuentes de energía, y ahora buscamos en otros mundos minerales que logren ese propósito. Unobtanium es el nuevo mineral, y el depósito más grande jamás encontrado está debajo de un inmenso árbol que sirve de vivienda y territorio a la tribu de los Na’vi, una raza indígena de la luna Pandora. Aunque intentamos a medias el camino diplomático, todo apunta a un conflicto belicoso muy disparejo, con nuestra tecnología siendo muchísimo más avanzada que la de los nativos. Sin embargo, se ha creado un proyecto llamado Avatar, en el que un humano se enlaza mentalmente con un cuerpo alienígena creado en base al ADN de dicho humano y un Na’vi. El objetivo de nuestro protagonista es infiltrarse en la tribu y convencerlos de reubicarse en otro sitio y dejen a los humanos excavar. Nada nunca sale como es planeado.
Es increíble cómo se logró este mundo en pantalla, los efectos que crearon casi todo lo que vemos, los animales, las plantas, las naves espaciales, la misma raza Na’vi. Y la historia es muy interesante, contemporánea y relevante, da mucho para discutir tiempo luego de haberla visto. Puedes encontrar diferentes formas de ver la historia y de interpretarla, a mí se me ocurren dos mínimo. Elijo creer en el poder de la naturaleza.
Conté un poco de la historia y no puedo más que decir que la película es excelente, todo lo que uno busca en el cine (y más si la ves en una pantalla Imax en tres dimensiones, como yo la ví). Buena historia, aceptables actuaciones, increíbles escenas de acción, drama, dolor y alegría, un mundo nuevo donde uno se sumerge completamente.
9.2 aperturas-de-ojos-que-nos-dejan-decir-que-la-operación-funcionó de 10.
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