lunes, 15 de junio de 2015

Gone Girl

Gillian Flynn, la brillante y a veces macabra escritora de ambos el libro y el guión de esta película, tiene una idea perfecta de quién es su audiencia, aquellos que apreciamos una buena historia poblada de gente inteligente, no necesariamente con los motivos más pulcros. O sea, como normalmente es la vida real. Muchas veces viendo películas te preguntas por qué razón tal o cual personaje hizo lo que hizo, ya que nadie en su sana mente pensaría en eso, excepto que ayuda al guión y/o al protagonista. Pues aquí no suc... ya me estoy saliendo por una tangente.
Esta historia tiene dos puntos de vista. El primer punto es el de Amy, a quien conocemos a través de su diario, que nos va narrando los momentos más importantes de su vida en los últimos cinco años: Conocer a su futuro esposo, comenzar un matrimonio feliz que comienza poco a poco a desmoronarse, pequeñas pistas de que no todo anda bien, y hasta insinuaciones de asesinato. El segundo punto de vista es de Nick, el esposo de Amy, a quien seguimos en tiempo real durante la investigación de la desaparición de su esposa. Nick mantiene que no tuvo nada que ver con la desaparición de su esposa, pero todo indica que él es culpable. Poco a poco los vamos conociendo mejor, sus personalidades, una a través del diario meticulosamente escrito, y el otro a través de los eventos del momento. Las cosas toman un fenomenal giro a mitad de tiempo, y ya aquí no puedo seguir escribiendo de la historia para no dañarle la experiencia a quien esté leyendo.
Las actuaciones son buenas, especialmente la principal, que fue nominada al Oscar con mucho mérito. He leído todos los libros de la escritora, y siempre me siento ambivalente con respecto a las historias. Por un lado, son interesantes y atrapan con el flujo de la narrativa, construidas para máximo impacto. Por el otro, a veces me agobio porque se apila mucho de un lado de la balanza, sin que el tornillo afloje, sin que haya algo de redención, y tengo que ponerle pausa a la lectura. Tan buena como sea una historia, no tengo la paciencia ya para sufrir constantemente junto a un personaje, y no es que quiera gratificación instante, pero para comerme las uñas tengo películas de terror. La peli ayudó porque es sólo dos horas. Cualquiera aguanta eso.
La historia no cambió mucho de página a pantalla, sólo algunos detalles organizados de manera diferente, cosas añadidas o cambiadas, porque el nuevo medio lo amerita.
El sorprendente villano de la película es, a la vez, amenazador y brillante.
7.7 de 10.

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