martes, 13 de enero de 2015

The Hobbit: The Battle Of The Five Armies

Ah, la trilogía llega a su conclusión inevitable.
Smaug el dragón sale de su guarida bajo la Montaña y destruye muy buena parte de la ciudad del lago a unos cuantos kilómetros al sur. Mientras tanto Thorin, el heredero a la corona de los enanos y principal causante de que el dragón se levantara, busca desesperadamente la gema del trono, una piedra brillante que simboliza el poderío de antaño de su raza, sin saber que alguien ya la encontró y la mantiene escondida.
Volándome unos cuantos detalles más para no dañarle la experiencia a quien no conozca la historia, la Batalla De Los Cinco Ejércitos que concluye la historia (y da el subtítulo a esta parte) es masiva, llena de momentos de heroísmo y asombro, con una narración visual mucho más detallada que en el libro o previa película de muñequitos, pero aun así siento que queda corta con respecto a las batallas finales de la previa trilogía, en términos emocionales. Las muertes principales tienen aquí una causa clara y definida, no la vaga referencia a que ‘siempre habrá muertos en el campo de batalla’, pero aun siendo conocidas y esperadas, llegan con dolor porque son personajes que ya forman una parte importante del cariño que le tengo a la historia. El fin de la aventura de Bilbo llega, para bien o mal, con nuevas amistades y un tesoro ‘preciado’ encontrado, y así nos encontramos a las puertas de entregar las riendas a Sam (y Frodo, que no hizo mucho más que molestar a Sam en su misión).
Increíble a nivel técnico, la corta historia ha sido agrandada por varios hilos de narración completamente nuevos, para darle más carácter a personajes que en el papel no fueron muy desarrollados. Es la queja número uno que he oído respecto a la película (muy larga es la segunda). Si hubieran decidido filmar sólo lo que está en la página, muchos estuvieran quejándose de que ‘para qué tantos enanos si no reconozco a uno del otro’, o ‘pero esta historia si fue corta y sin la grandiosidad de la otra’ y blah blah. Yo entiendo que son dos medios diferentes, y lo que funciona en uno no necesariamente funciona en el otro. Para mí, lo mejor que hicieron fue llenar estas lagunas de narración que Tolkien dejó con los datos sacados de varios apéndices o inventados y/o mejorados por los guionistas. La historia de amor no será necesariamente plausible pero toca las cuerdas que debe tocar.
Puedo seguir hablando de la película en total, de los libros, por mucho tiempo ya que soy fanático de Tolkien desde el 89, pero lo dejaré con que valió la pena esperar la vuelta a Hobbiton, quedé feliz con la historia aunque sigue gustándome más El Señor De Los Anillos, estoy esperando con calma a que salgan las versiones completas sin edición para tenerlas en mi colección (hay unos cuantos hilos que no se ataron al final, como qué pasó con el estúpido político de Esgaroth), y mantengo cruzados los dedos mentalmente de que algún día filmen aunque sea una de las batallas del Silmarillion, que dejarían a estas en el polvo, tan masivas fueron. Sauron es un chichí de tetas al lado de Morgoth.
9 cabezas-más-duras-que-cascos-de-metal de 10.

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