Recién haber visto la tremenda película acerca del décimo sexto presidente de los Estados Unidos que hizo Spielberg, decidí ver esta versión un poco menos realista. Vamos a ser sincero, muuucho menos realista.Esta es la historia del honesto Abe, los puntos más conocidos de su vida, la crianza, sus trabajos anteriores al púlpito, sus amistades y vivencias que forjaron al hombre que llegó a ser, sus batallas en la arena política y sus grandes logros. Pero esta es la historia a través de un lente diferente. Verás, en este ‘mundo’ existen los vampiros, y son ellos los que dominan el sur, los que promueven la esclavitud porque les conviene mantenerse suplidos de alimento (los humanos, claro está), los que directa e indirectamente causan los problemas que Abe sufre y decide erradicar. Con ayuda de un amigo que busca venganza contra los chupadores de sangre (a la vez que él mismo es un vampiro, sin haberlo deseado así), Lincoln entrena y se vuelve un excelente cazador de cazadores. Cuando entiende que a través de la política y la ley él tiene el chance de hacer cambios más radicales que matar de uno en uno, se encamina por el rumbo que lo llevará a la Casa Blanca.
La película es una historia de acción, con muchas peleas y muertes espantosas, con machetes que cortan árboles de un solo tablazo, y alguno que otro efecto especial que quizá debió ser cocinado un poco más.
Así las cosas, me entretuve mucho más de lo que esperaba con la historia, en realidad creía que iba a ver un clavo y no fue así. Y hasta le encontraron buen razonamiento a cómo los eventos que de verdad ocurrieron pudieron haber sido causados por los ficticios vampiros.
7.5 estampidas-de-caballos-que-le-acepto-a-un-vampiro-pero-no-al-próximo-presidente de 10.
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