
Me gustó muchísimo la nueva historia de Tony Stark, contada por él como una conversación con un buen amigo, narrando algo que comenzó hace ya 13 años, pero que sólo ahora viene a tomar forma. Una amenaza terrorista bien coordinada asoma la cabeza al mismo tiempo que Tony está sufriendo de ataques de ansiedad, desorden mental post-traumático adquirido por los eventos recientes de Los Vengadores. El hombre, más que la tecnología, debe enfrentar los terrores que lo inmovilizan.
La película es chistosa, con mucha acción, unas cuantas sorpresas (incluyendo un primer encontronazo con el villano que deja boquiabierto al que no se lo espera, y dudo que muchos de nosotros nos lo estuviéramos esperando), y una sólida evolución de los personajes principales, algunos sintiéndose más confortables como héroes, otros aprendiendo a serlo.
Lo único que tengo casi en contra es la escena después de los créditos, que en anteriores pelis de Marvel se han utilizado para crear expectativa de próximas aventuras, pero aquí usaron una escena que pega más como el cierre de la película en sí. Pero eso no es nada para quejarse. Como quiera me gustó la escena.
8.7 costosos-fuegos-artificiales-para-celebrar-la-victoria-al-final de 10.
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