Como ya hemos establecido anteriormente, los actores también tienen que comer. Por esta razón existen películas en los cánones de muchos dellos que no tienen razón de ser, aparentemente (la razón varia, puede ser dinero, un proyecto mimado, una deuda con algún director, etc.). Ahora le toca a Jeff Bridges, el ganador del Oscar pasado a mejor actor, haciendo el papel de un escritor de novelas que tiene dificultad encontrando de qué escribir, y bueno, hasta de cómo convivir con sus vecinos. Con sabrá quién qué motivos, él se busca un nuevo perro (ya tiene dos), y el perro resulta ser un Collie con problemas de comportamiento. Parece que fue maltratado cuando estaba creciendo, y Jeff debe aprender a manejar su cólera y su paciencia para mejorar su relación con Devon (el perrito).
Unas cuantas escenas chistosas, y otras cuantas de aprendizaje por parte de ambos, no hacen una buena película canina. Y Jeff se la pasa todo el tiempo con una mueca en la cara (empuja tu barbilla hacia delante, tratando además de bajar las esquinas de los labios en el revés de una sonrisa, y la tendrás).
Parecía que iba en buen camino y de repente, puff, se acabó.
6.6 Yodas-del-campo-que-con-par-de-palabritas-de-experiencia-te-quiere-cobrar-200-dólares de 10.
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