Una simple pero bien lograda historia de evidencia demónica, filmada como si fuera documental por uno de los dos ‘protagonistas’. La muy barata película (le salió al creador por sólo once mil dólares) tiene un buen guión y dos principales interesantes y que logran hacernos simpatizar con ellos y su situación. La pobre muchacha al parecer siempre ha tenido encuentros paranormales, y parece que ahora las manifestaciones aumentaran. El muchacho, a modo de ayudarla a entender el problema y además capturar evidencia con la cual forjar un “plan de ataque”, decide filmar todos sus momentos en la casa, durmiendo, despiertos, como sea. Eso es lo que vemos en la pantalla.Aunque la primera media hora es algo floja, estableciendo personajes y el lugar (es la casa del creador, al parecer, buena idea para ahorrarse un billetico), la tensión comienza a subir mientras las noches van pasando. Y también las ‘actividades paranormales’.
Está hecha en el estilo del Proyecto de la Bruja de Blair, pero la diferencia está en que aquí SI vemos lo que sucede y si tenemos al final un semblante de explicación. Está mejor lograda. Y no es que de miedo de por sí, aunque mucha gente gritó en el cine (unos cuantos charlatanes haciendo bulla además), pero mantiene a uno en suspenso.
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