Esta es una película de terror sin ningún terror, supuestamente inspirada y basada en hechos reales (hasta ponen a las personas que originalmente ‘sufrieron’ la historia en la vida real). Una familia se muda en una casona pseudo-abandonada en Connecticut, más por el hecho de que en esa ciudad queda el hospital donde el adolescente se está atendiendo un cáncer maligno y es mejor que manejar 8 horas diarias, que por haber revisado dicha casona y decidido que es buena y barata. Al parecer no sabían que la casa en su previa vida había cumplido funciones de funeraria, y el director/dueño había hecho cosas bien crueles dentro della. El muchacho, ya que vive al umbral de la muerte por la enfermedad, es el primero que comienza a ver cosas extrañas, apariciones aterrorizantes (conveniente que las drogas que él toma se supone que causan alucinaciones y él achaca lo que sucede a eso).La peli no es aburrida, pero es como un perro que ladra bien alto y sin embargo sabes que no tiene dientes para morder ni a un peluche. Así las cosas, luego de verla me quedé un poco desilusionado y no la recomiendo. Yo ya me estaba inventando mejores formas de volver los procedimientos algo más peligrosos.
Unos cuantos hilos de información acerca de los personajes no sirven para mucho en el guión.
6 personas-que-obtienen-pruebas-contundentes-de-que-una-casa-está-llena-de-muertos-y-como-quiera!-se-quedan-ahí-a-esperar-sabrá-qué-rayos de 10.
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