Coraline

Una muy expresiva niña, aburrida de su nueva vida en una vieja casa y sin nada que hacer y con padres poco atentos, descubre “por casualidad” una puertita en una parte no muy transitada de la casa. Cuando logra abrirla, al parecer está sellada con ladrillos. Pero no, luego en la noche vuelve a intentar y esta vez obtiene paso a un nuevo lugar, el “otro” lado donde vive la “otra madre” y básicamente una versión del mundo que Coraline conoce, pero como a ella le gustaría que fuera. A ella le va encantando más y más el lugar, y la pequeña peculiaridad de que todos en ese mundo usan botones por ojos no le importa mucho, y está a punto de decidir quedarse. Luego las cosas se ponen color mosca cuando, primero, debe decidir sacarse los ojos y ponerse botones, y segundo, comienza a ver detrás del brillo y belleza del lugar y darse cuenta de que es una trampa. Y qué hacer ahora?
Hasta la fecha esta es la película más larga filmada en movimiento parado (son muñecos ubicados de cierta manera, filmados, y luego movidos un poquito y filmados otra vez, para así tediosamente dar la apariencia de movimiento), y también la primera filmada totalmente en tres dimensiones. Compartiendo el mismo director de La Pesadilla Antes de la Navidad, este mundo creado para Coraline, y los mismos personajes que lo habitan, está lleno de impresionantes visiones, coloridas e ingeniosas. La historia es muy buena, sombría pero bien organizada, y nunca aburrida. Y está llena de guiños para quien está prestando atención o para quien sabe qué buscar.
No me parece una película para niños que tengan menos de cierta edad, y ciertamente un padre tendría que verla antes porque en promedio creo que daría pesadillas a las mini-personas que hayan nacido en esta década. A todos los otros la recomiendo.
8.3 jardines-que-muestran-la-verdadera-cara-de-la-persona-detrás-de-todo de 10.