
La historia en sí no me gustó, que aunque sea basada en algo real ya siento que lo he visto antes. Desde Turistas hasta Hostel, pasando por casi incontables otras variaciones, chicos que algo drogados cruzan la línea entre fiesta y sálvese el que pueda están a la ley del día. Hablando deso, La Ley, el famoso grupo musical latinoamericano, presta a su cantante para el papel de villano, mientras que el mismísimo Samsagaz Gamyi trabaja como un sicópata ilegal al servicio del cártel. Estas dos actuaciones y la de un maldito loco calvo con ojos saltones, que usa un machete para cualquier cosa, son las únicas cosas que me entretuvieron de la película. La chica principal es bonita, y como siempre sucede, se enreda rápidamente con el prota.
Nada del otro mundo, quizá debió quedarse más con un tono santero y así meter más miedo, y no virar hacia otra aventura de jóvenes idiotas.
5.7 decisiones-de-subir-por-un-tubo-y-no-bajar-por-un-tubo-que-dejaran-marcas-al-otro-día de 10.
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