Cuando los actores son buenos, un guión simplemente aceptable puede elevarse y convertirse en una muy buena película. Es el caso de Emma Thompson y Dustin Hoffman, ambos solterones que no pierden la esperanza de encontrar amor, incluso en el lugar más inesperado y ni siquiera activamente buscándolo. Ambos han sufrido desilusiones en la vida, ambos se resignan quizá a pensar que ya no hay mucho más que conseguir, y el destino juega su mano. Aunque la trama es divertida, me queda la impresión de que me gustó más por los actores en cuestión que por los eventos en sí. No creo que es una comedia romántica, más bien sería como… ok, se me ocurrió esta comparación: si una comedia romántica es una margarita (el trago tequiloso, no la flor), entonces esta peli sería como una limonada dulce (a mí me gustan dulces).7 uvas-no-comidas-por-estar-subiendo-escaleras-como-si-fuera-un-muchacho de 10.
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