Esta película de “terror” es una segunda parte de algo que ya era medio clavo.La primera parte tenía un poco de buena premisa: los jóvenes que íban camino a California y decidían tomar un atajo por la ‘autopista vieja’ se topaban con un misterioso y sádico asesino en una camioneta amarilla. Pero no bastó con tener un loco matando en las carreteras (y debió bastar, hasta ahí iba bien). Al final quisieron añadir un aspecto sobrenatural/paranormal al meollo. Y ahí fue donde se dañó todo.
La segunda parte arranca con el hermano de uno de los chicos de la primera haciendo el mismo recorrido que hace un año hizo su hermano, en búsqueda de alguna pista no encontrada por la policía. Además de meterle clásicos de otras tantas pelis (el idiota amigo que se mete en líos, la rubia bonita y dispuesta a enseñar tetas, por ejemplo), le dieron primer plano a la parte sobrenatural, y todo se volvió un lío sin sentido, y todas las “reglas” que se establecieron luego se rompían fácilmente.
Un guión que no ayudó a nadie aquí.
Le doy 2 tipos-caminando-bien-5-minutos-luego-de-sacarse-6-clavos-de-la-rodilla de 10.
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