miércoles, 24 de marzo de 2010

The Fourth Kind

Esta película es rara de definir. Es buena, pero aunque lo sea uno se queda como con una incertidumbre de si de verdad lo fue; tiene buena ambientación y tensión, pero no sucede “casi” nada que en realidad se lo merezca; está bien lograda y la premisa es diferente en cierto sentido, pero me queda la impresión de que la trama debería ser más complicada. Es como un dulce visiblemente súper simple que, luego de probarlo, te sabe muy rico, pero no puedes creer que no sea más elaborado para alcanzar ese sabor.
La trama es la siguiente: una serie de vídeos y grabaciones fueron hechas a comienzos de la década anterior en un pueblito de Alaska (la Alaska sin nieve y en la que todo el mundo anda en chaquetas de la que siempre hablo) por una sicóloga, en las que diferentes pacientes experimentan las mismas pesadillas o visiones. Las cosas se van complicando cuando la estabilidad emocional de los pacientes se va deteriorando, y la sicóloga se ve envuelta en un asunto que ella probablemente no podrá entender.
El gancho de la película es que te presenta los supuestos vídeos originales al mismo tiempo que la dramatización de dichos vídeos, hechas por actores que te dicen a la clara que son actores. También te dicen algo así como “cree lo que te dé la gana, pero esta vaina es verdad, así que mira a ver”.
No mencioné cuáles son los 4 tipos ni de qué se tratan, para que no me culpen de contar la película entera.
Como dije anteriormente, es entretenida, cumple su cometido de causar algo de tensión y también el cometido de parecer una mezcla entre regular película de terror y películas como Actividad Paranormal, que parecen hechas por novatos.
7.2 casi-ganas-de-investigar-en-línea-a-ver-si-eso-pasó-de-verdad,-pero-casi-ganas-no-son-ganas de 10.

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