miércoles, 4 de marzo de 2015

Brick Mansions

Esta es la última película completada por Paul Walker, el segundo protagonista de la famosa serie de películas Rápido Y Furioso, y está basada en una película francesa del mismo tema, Luc Besson siendo el productor de ambas.
Un detective de la policía tiene años persiguiendo a un particular maleante, convertido en traficante de drogas y armas, que tuvo que ver directamente con la muerte de su padre, quien también era policía. Esta investigación lo ha llevado a las titulares Mansiones de Ladrillo de Detroit, Michigan, una zona pobre, rodeada de paredes con acceso restringido “protegido” por militares. En una serie de edificios en donde viven los más pobres de la ciudad, y en donde se trafica de todo, la policía no tiene jurisdicción, sólo el traficante principal, quien manda este lugar como un dictador. Cuando los secuaces del villano roban un camión blindado que, sin ellos saberlo hasta ese momento, contiene una bomba nuclear, el protagonista policía es asignado la misión de entrar a la zona prohibida y recuperar dicha bomba. Esta misión va en línea con su deseo de venganza, y por eso él entra de lo más contento. Su contacto dentro de la zona es un hombre que también pelea contra los maleantes, pero éste no es parte de las autoridades, sino que es uno de los habitantes de las ‘mansiones’, alguien que quiere un lugar mejor para vivir, y que utiliza sus habilidades de parkour para evitar la captura y causar problemas. Los malos viven detrás de él, tratando de matarlo a todo momento, pero él logra escaparse siempre. Para quien todavía no sabe lo que es parkour, es una disciplina atlética, creada por este mismísimo actor en Francia hace unos años, en la que la persona utiliza cualquier ventaja que le proporciona un ambiente citadino para moverse con fluidez a través de él. Es increíble ver como este hombre se mete a través de rendijas, ventanas, escaleras, paredes, saltando y caminando y corriendo y evitando obstáculos, o creando obstáculos para los que lo persiguen, con velocidad y gracia. Esta película es sobre todo un anuncio y propaganda para el parkour, más que cualquier otra cosa. Se siente diseñado el guión casi para esos propósitos.
El guión es simple, no hay demasiado que hacer más que entrar al lugar, evitar a los malos, y conseguir la bomba antes de que explote, porque ya está activada. Lo divertido de la película es la acción, carros persiguiendo a otros mientras muchas balas vuelan (y nunca le pegan un balazo a nadie, aun estando cerquita y en línea recta), escapes vertiginosos a través de escaleras y pasillos y paredes, y techos y demás lugares apretados que puedan existir en edificios.
Un giro del guión en el último acto de la película es un poco traído de los moños, y el final, con el recuento de qué sucedió con los personajes principales, no tiene mucho sentido habiendo visto lo que sucedió en los primeros dos actos.
Es una película entretenida, con actuaciones que aceptables para lo que es, con mucha acción, pero el guión es bastante simplón. Tírate esta película el próximo día de nieve en el caribe, o si quieres completar tu colección de Paul Walker.
6.7 saltos de un edificio a la ventana de otro que ni el mismo que lo salta se lo creyó de 10.

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