Los hermanos Coen saltan a otro estilo de películas, ahora apuntando la mirilla de la escopeta a las vaqueradas, con una nueva versión de ‘los cojones de a verdad’. El título en español me lo inventé, pero es básicamente lo que significa. Una chiquilla de alrededor de 14 años (una mujer vieja en la época del viejo oeste) sale en búsqueda de un cazador/pistolero que la ayude a vengar la muerte de su padre a manos de un traidor que escapó. Se topa con un alcohólico loco que, al parecer, tiene muy buena (o mala?) reputación para exactamente el trabajo quella necesita, y ambos arrancan a domar praderas detrás del cabroncito.
La película está basada en un libro del mismo nombre escrito hace decenas de años, y no es la primera adaptación de la historia. John Wayne, el actor de vaqueros por excelencia, ganó un Oscar por su papel agrandado del rastreador de un solo ojo. Jeff Bridges, aun con un papel menos pronunciado ya que la niña es la protagonista principal (como el libro establecía), logró lo que se ha visto pocas veces, ganar un Oscar por el mismo papel en otra película diferente.
No es aburrida, y tiene un par de momentos bien chistosos. Bueno, un momento. Pero el estilo de los directores a veces bordea el tedio o dan vueltas innecesarias. Definitivamente mucho mejor que algunas otras que he visto dellos. El final no me gustó, el epílogo, pero no sé qué tan fiel es al origen de la historia.
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