Esta sí es la versión película de lo que pasó con Valerie Plame (hubo otra película que salió no hace mucho, que tomó la idea original y le dio un giro interesante). Como no es necesario saber quién es VP para vivir tranquilamente, procederé a explicar un poco. Hablando en un presente que ya ‘no es’, VP es la esposa de un diplomático estadounidense que, a escondidas del mundo (exceptuando a su esposo y sus colegas), trabaja como agente de la CIA alrededor del mundo, ayudando a desertores en países con regímenes opresores, acumulando información acerca de terroristas, todo lo que uno siempre imagina de un espía. El esposo della es un cabeza caliente, y cuando sus sugerencias e indicaciones y conclusiones con respecto a un tema delicado no son observadas y respetadas por el gobierno del momento en los Estados Unidos, marcando además su palabra como manchada, él decide enviar una carta a los periódicos en represalia. No está exactamente claro si fue con el permiso del gobierno, pero un personaje de la administración declaró en público unos cuantos datos, queriendo básicamente manchar a la pareja, y sin querer o queriendo, destapó las actividades de la esposa al mundo, efectivamente acabando su carrera como agente. Y luego de ahí en adelante es que el lío se pone feo.
Esto pasó en la vida real con el gobierno de Bushito, cuando ellos andaban en búsqueda de excusas para invadir Irak, etc.
A mí lo que me terminan dando estas películas es cuerda, porque la impotencia que produce ver a una sarta de ignorantes o simples idiotas gobernando a uno, buscando meter a uno en problemas que no son necesarios, inventando líos donde no hay o por razones hasta personales, es cuerda lo que da.
La película es buena y los actores mejores. Como siempre, la vida tiene muchas veces nada que envidiarle a los mejores guiones de espionaje e intriga política.
7.8 pendejos-que-se-llevan-de-la-verdad-tergiversada-reportada-por-noticieros-para-pasar-juicio-a-la-gente de 10.
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