Quién no haya crecido viendo con gusto las películas de acción de la década del 80 puede que no comparta mi opinión. Puede que necesites ser hombre para gozar a plenitud de la película que he estado esperando ir a ver al cine en el verano (la vi el primer día que salió, pero de sinvergüenza ahora es que subo el comentario).
Algunos de los más grandes héroes de acción fílmica de los últimos 30 años, y otros que tienen suficiente testosterona para pararse junto a ellos, participan en esta boba aventura de unos mercenarios llamados los Sacrificables que tienen el encargo de derrocar a un general loco de Suramérica y al poder detrás del trono. Ya, esa es la historia.
Lo importante no es la historia.
Lo importante es ver a Sylvester Stallone, Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger compartir la pantalla aunque sea un momento. Lo importante es ver a Sly “jugando” con Jet Li, Jason Statham, Dolph ‘Drago’ Lundgren, Terry Crews, Eric Roberts, Mickey Rourke y Steve Austin, entre otros.
Si vas a ver esto, espera muuucha violencia gráfica, sangre, tiros, explosiones, persecuciones en auto, una excelente maniobra desde un avión, impresionantes armas de fuego, etc. La historia tiene sus detallitos buenos, hay algunas buenas actuaciones en la mezcla, pero definitivamente son los momentos en los que abres la boca mentalmente cuando ves cómo alguien fue despachado para los que está película fue hecha.
Se lleva un 8.5 porque-la-puntuación-habla-de-cuánto-me-entretuve-y-no-de-qué-tan-buena-es de 10.
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