Esta es una película de Liam Neeson que parece que pasó desapercibida por la taquilla.Es una historia de detective estilo las que solían filmar en los años 70, cómo Serpico, por ejemplo.
Es una trama simple pero algo entretenida, de unos asesinos que andan atacando a los familiares más cercanos de narcotraficantes a finales de la década de los 90. Nuestro protagonista es un ex policía con problemas de alcohol que aplica sus conocimientos de detective, aún sin tener licencia, para ayudar a los que lo necesitan. En este caso, debe tratar de hacer espacio en su código moral para poder ayudar a algunos que normalmente no lo merecerían, pero que tienen queridos inocentes que están siendo raptados, y asesinados.
La investigación es lenta, y la película también es algo lenta, pero el personaje principal es interesante, aunque no sea el clásico héroe de acción al que estamos acostumbrados en películas de detective. El filme, como mencioné anteriormente, me recuerda la época de Nueva York en que la ciudad se arropaba de violencia, y los policías actuaban más como sheriff del viejo oeste. Este es un mundo en el que la tecnología que conocemos está comenzando a tomar auge, el internet no es prevalente y los móviles/celulares más preciados se cierran como almejas.
La película es lenta pero buena, si le das el chance. Tampoco pierdes nada si no la vez.
6.7 de 10.
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