El talión es un principio desarrollado en la vieja ley babilónica y presente en la Biblia y vieja ley romana, que apoya aplicar a los criminales los mismos daños y lesiones que han infringido. Es el clásico ojo por ojo.
Una niña de 7 años (quizá 10, ahora no recuerdo) se pierde y luego aparece violada y asesinada en un campo cercano a su casa. El padre, lleno de remordimiento por no haber salido junto a ella alegando cansancio, hace lo que muchos de nosotros pensaríamos hacer (y unos cuantos llevarían a cabo) encontrándonos en situación semejante: idear la forma de atrapar al culpable, y causar tanto daño y dolor como posible. Obviamente, es una fantasía, ya que hay que tener un estómago fuerte y una sangre muy fría para hacer lo que un sicópata sin escrúpulos. El padre no es un sicópata, pero es un cirujano y tiene experiencia trabajando con sangre y demás. Y claro, sabe por su profesión dónde duele más en el cuerpo.
Es una visión de tortura esta película, una fantasía sádica que quizá sirve para ponerte en esa situación y hacerte preguntar el clásico “qué harías tú?”.
Bien hecha, algo modesta con respecto a otras del mismo tipo que he visto en los últimos dos años.
Creo que 7.5 de-nosotros-nos-relacionamos-más-con-la-vendedora-de-la-gasolinera-que-con-el-protagonista de 10.
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