El hombre lobo ha salido en muchas películas, sea comedia o terror. Bueno, terror es mucho decir, no recuerdo nunca tener miedo de ningún hombre lobo. Este personaje se hizo famoso con las películas de la productora Universal y Lon Chaney Jr., y podría decirse que esta es la reinvención para nuestra época desas películas de hace 70 años. Un joven vuelve a la mansión de su juventud en busca de respuestas al asesinato horrible de su hermano, sólo para encontrar que una maldición del área lo ha atrapado, volviéndolo en un monstruo cada vez que la luna llena hace aparición. Una película “período”, como dicen a todo lo que se ambienta en la era victoriana inglesa, todo se ve real como si de verdad fuera en ese lugar y momento. Las actuaciones a veces se pasan de exageradas (nunca se puede esperar menos del caballero Hopkins), pero los efectos son tan buenos como ninguno, especialmente en las transformaciones de hombre a licántropo.
Una aceptable historia, algo aburrida y perfectamente telegrafiada desde la primera escena. La imagen del hombre lobo es fiel a la versión “original”, un guiño al clásico.
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