
Normalmente me da mucha risa Paul Rudd, pero esta vez fue mal empleado como el vendedor de una bebida energética que, aburrido de su trabajo y furioso internamente del rumbo que lleva su vida, decide explotar de una forma que causa el lío de la primera oración.
Los personajes y los actores, tienen momentos graciosos y logran con creces lo que se le pide dellos. Pero la historia es aburrida, sin sentido y todo como que se arregla muy fácil. Es como que dijeron “ya llevamos hora y media de película filmada, cierra de la forma más rápida que nos están cobrando por minuto”. Pudo haber sido mejor.
6.7 razones-para-ser-persona-de-confianza-de-un-juez de 10.
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