miércoles, 3 de junio de 2009

Up

Esta es la historia de Carl, un tímido y callado chico con ansias de aventuras en la década del 40 que se topa con un alma gemela en Elie, una chica extrovertida y juguetona. Ambos primero forman un club de aventureros, “explorando” los alrededores de su barrio y “comandando” una nave gigante (una casa abandonada), y luego crecen, se casan y viven una vida juntos, hasta que sólo queda Carl. El no es un gruñón cascarrabias, sólo un hombre acostumbrado a vivir con una chispa de luz como esposa, y ahora que no está, no quiere ni salir de su casa. de paso, la casa donde vive es la misma donde conoció a su eventual pareja, ahora arregladita y pintada de muchos colores, chocante en contraste con todos los edificios grises que a su alrededor han “crecido”.
Cuando Carl es forzado por los tiempos a desalojar su casa y vivir en una casa de retiro, él decide retomar el sueño de aventura que siempre mantuvo con su esposa, y utilizando sus conocimientos de helio y globos (era su trabajo), levantó la casa completa y se la llevó flotando por los aires rumbo al lugar que siempre pensaron en visitar.
Es la historia también de un niño muy animado que quería ayudar al señor mayor de su vecindario, y sin querer estaba en la casa cuando esta salió volando. Ambos tienen aventuras y forman un lazo sentimental.
La historia de la vida de Carl, mostrada con el mínimo de diálogo y en solamente 10 minutos más o menos, es una de las más bellas representaciones de una vida que yo he visto en filme. Ciertamente nadie ha podido hacer algo así en tan corto tiempo. Y luego empieza la trama.
Los personajes están muy bien logrados, la historia es simple y al punto pero divierte y deja pensando. Es algo triste en algunas partes, pero chistosa y llena de acción donde debe estarlo. Diría que esta fue hecha pensando más en los adultos que en los niños, aunque obviamente hay mucho para los niños disfrutar. Dos muy distintos puntos de vista y claramente delineados.
9.8 duelos-artríticos-entre-espadachines de 10.

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