Un detective de la Interpol y una asesora legal del departamento de justicia del estado de Nueva York (o algo así) le siguen el rastro a un malvado conglomerado bancario internacional cuya sede principal está en Manhattan. El rastro está lleno de asesinatos, ventas ilegales de armas, influencias a gran escala y a todos los niveles. Cada vez que alguien se acerca al ojo de la tormenta, “misteriosamente” sufren un accidente o un ataque al corazón o algo así. Atrapar a un banco super poderoso no es lo mismo que atrapar a un hombre (como en el caso de Bond o Bourne), y eliminar al cabecilla es como quitar una cabeza de la hidra, saldrán un paquete más. Nuestros protagonistas, que al comienzo ni siquiera entienden bien qué es a lo que le están cayendo atrás, luego se topan con una serie de asesinatos que quizá lleven adonde quieren llegar. Podrán tumbar al banco antes que el banco contrate a alguien que los elimine a ellos?Es una película en la que no hay tanta acción (la excepción es un muy belicoso encuentro en un pobre museo de Frank Lloyd), pero como quiera es entretenida. Y el resultado final corresponde a lo que pasaría en la vida real. Como su nombre lo indica, con esta película agarramos como 40 mil millas de pasajero frecuente, y visitamos Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Nueva York y Turquía.
Yo diría que es buena, tiene muchos tiros y un misterio central aburrido pero la investigación eleva el ánimo, además de que Clive es bueno en lo que hace.
7.2 persecusiones-en-las-que-el-de-alante-corre-y-el-de-atrás-camina,-pero-se-mantienen-a-la-misma-distancia de 10.
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