Meryl ha logrado el éxito en su carrera como panadera (tiene una panadería/dulcería con mucha clientela), y como madre (3 hijos adultos equilibrados, el más chiquito graduándose de la universidad). Tiene una bonita casa, dinero para hacer lo que sea, amigas que la apoyan y con quien se divierte mucho. Lo que no tiene es esposo. Alec (el padre de los chicos) fue su esposo por 19 años antes de divorciarse, tras una infidelidad.
Ya han pasado 10 años luego del divorcio, y Alec parece cansado de su nuevo matrimonio y comienza a tratar volver con su ex. Además, Meryl está en los comienzos de lo que puede ser una relación con el arquitecto Steve, quien le está renovando su casa. El asunto es que la historia es un poquito complicada.
Meryl me entretiene en cualquier papel que ella interpreta, es increíble cómo se vuelve esa persona y no ves a la actriz. La historia es cómica y algo tristona, con algunos vestigios de Julia Child. Las actuaciones de los más adultos son buenas.
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