Puede ser que La Fea Verdad sea una comedia romántica común y corriente, con dos personas que obviamente no parecen el uno para la otra hasta que, luego de giros ‘guionísticos’, se dan cuenta de que son almas gemelas. Sin embargo, tanto la chica controladora y algo neurótica que intenta aprender cómo es que los hombres pensamos como el loco mujeriego que se ha dedicado a enseñarle los “trucos” quedan muy bien en sus roles, y tienen una fácil y agradable química. La comedia surge de la habilidad del hombre de decir rápido y al punto las cosas y actos que los hombres quieren, las motivaciones. Una frase que debería ser un axioma, pero que muchas mujeres todavía quieren pensar que no es la verdad es: los hombres son simples. Los consejos no son aceptados por la chica de una vez, porque las chicas tienen una idea exacta y detallada de cómo son los hombres en realidad (o en fantasía). Y claro, la riña verbal entre los dos protagonistas no tarda en surgir.
Disfruté la comedia, buenos actores, especialmente ella, que tiene porte de modelo pero logra hacernos reír fácilmente. El espartano haciendo de burdo es creíble. Algunos hilos no fueron atados a mi satisfacción (como la relación entre los colegas de estudio, o la relación con el sobrino, por decir dos), pero no son tan importantes.
7.7 salidas-desastrosas-a-ver-un-juego-de-pelota de 10.
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