Esta película está hecha para los pocos locos que gustan de ver asquerosidades en el cine, amarradas en una trama de horror. Al parecer, yo soy uno de esos.
Esta es la segunda parte de una de las películas más macabras que he visto en mi vida. Y lo grande del caso es que amarran muy bien el guión para poder hacer esta segunda. Este año 2015 sale la tercera y última parte.
A todos ustedes que se le aprieta el pecho leyendo barbaridades, dejen de leer aquí y sepan que esta película es mala y se pasa de la raya rápidamente, pero de que entretiene, entretiene.
Para aquellos que no lo saben, la primera película trataba de un par de muchachas que se perdieron una noche en Alemania, y buscando ayuda bajo la lluvia se encontraron con la casa de un demente doctor (físicamente parece demente, pero nada de su primer encuentro daba a entender que está loco). Este doctor las drogó, y junto a otro personaje que ya había capturado, efectuó una operación que él llamaba el ciempiés humano. La operación trata, y aquí viene lo duro, de conectar el ano de la primera persona con la boca de la segunda persona, y el ano de la segunda persona con la boca de la tercera persona, un acto que la película dice es 100% médicamente posible. El quería probar que una comida puede entrar en el sistema digestivo de la primera y salir en el sistema digestivo de la última.
La película terminó tan belicosa como la premisa parece indicar, y es considerada un hito por sus detallados horrores.
Esta segunda parte toma el concepto del ciempiés y lo muestra de una forma genial. Al parecer, hay un fanático de la primera película, que no es para nada doctor ni nadie calificado para hacer más nada que un celador de sótanos, y este loco decide crear su propio ciempiés, pero ahora utilizando no tres personas sino 12. Como él es un guardián nocturno de un parqueo subterráneo, decide conseguir a sus víctimas de entre la población que utiliza dicho parqueo. También, como nota chistosa, contacta a los agentes de los actores que trabajaron en la primera película para ver si pueden enviarle aunque sea a una de ellas (claro, sin saber que participarían en una versión ‘real’ del ciempiés), dándole así validez al hecho de que lo primero que vimos fue una película, y ahora estamos viviendo la vida real.
Ya que esta persona, como dije antes, no es doctor o cirujano o nada por el estilo, la forma en que él lleva a cabo su "obra maestra" es totalmente horripilante. Añádele a esto que el actor se ve como el hombre más lúgubre que hemos visto en mucho tiempo en filme, y la decisión de filmar esta segunda película en blanco y negro, le da un toque de documental que ayuda a subir la tensión.
Yo entiendo que si estás mirando algo con un solo ojo, como quiera lo estás mirando. Pero a veces me encontraba lo que estaba viendo tan sucio, tan escalofriante, que tenía que cerrar un ojo y mirar con el otro como para darme alguna sensación de seguridad.
Ciertamente no es una película para todo el mundo. Yo diría que para menos del 10% de todos ustedes. Y encuentro muy difícil que vaya a volver a verla yo en mi vida. Sin embargo, como loco que soy, ya estoy esperando la tercera y última parte que sale este verano. Se llama Ciempiés 3: La Secuencia Final, y creo que tiene 30 personas. Ay mi madre.
3 ineptos que se pasan varias noches solos, amarrados sólo con cinta adhesiva, y como quiera no logran escaparse de 10.
Esta es la segunda parte de una de las películas más macabras que he visto en mi vida. Y lo grande del caso es que amarran muy bien el guión para poder hacer esta segunda. Este año 2015 sale la tercera y última parte.
A todos ustedes que se le aprieta el pecho leyendo barbaridades, dejen de leer aquí y sepan que esta película es mala y se pasa de la raya rápidamente, pero de que entretiene, entretiene.
Para aquellos que no lo saben, la primera película trataba de un par de muchachas que se perdieron una noche en Alemania, y buscando ayuda bajo la lluvia se encontraron con la casa de un demente doctor (físicamente parece demente, pero nada de su primer encuentro daba a entender que está loco). Este doctor las drogó, y junto a otro personaje que ya había capturado, efectuó una operación que él llamaba el ciempiés humano. La operación trata, y aquí viene lo duro, de conectar el ano de la primera persona con la boca de la segunda persona, y el ano de la segunda persona con la boca de la tercera persona, un acto que la película dice es 100% médicamente posible. El quería probar que una comida puede entrar en el sistema digestivo de la primera y salir en el sistema digestivo de la última.
La película terminó tan belicosa como la premisa parece indicar, y es considerada un hito por sus detallados horrores.
Esta segunda parte toma el concepto del ciempiés y lo muestra de una forma genial. Al parecer, hay un fanático de la primera película, que no es para nada doctor ni nadie calificado para hacer más nada que un celador de sótanos, y este loco decide crear su propio ciempiés, pero ahora utilizando no tres personas sino 12. Como él es un guardián nocturno de un parqueo subterráneo, decide conseguir a sus víctimas de entre la población que utiliza dicho parqueo. También, como nota chistosa, contacta a los agentes de los actores que trabajaron en la primera película para ver si pueden enviarle aunque sea a una de ellas (claro, sin saber que participarían en una versión ‘real’ del ciempiés), dándole así validez al hecho de que lo primero que vimos fue una película, y ahora estamos viviendo la vida real.
Ya que esta persona, como dije antes, no es doctor o cirujano o nada por el estilo, la forma en que él lleva a cabo su "obra maestra" es totalmente horripilante. Añádele a esto que el actor se ve como el hombre más lúgubre que hemos visto en mucho tiempo en filme, y la decisión de filmar esta segunda película en blanco y negro, le da un toque de documental que ayuda a subir la tensión.
Yo entiendo que si estás mirando algo con un solo ojo, como quiera lo estás mirando. Pero a veces me encontraba lo que estaba viendo tan sucio, tan escalofriante, que tenía que cerrar un ojo y mirar con el otro como para darme alguna sensación de seguridad.
Ciertamente no es una película para todo el mundo. Yo diría que para menos del 10% de todos ustedes. Y encuentro muy difícil que vaya a volver a verla yo en mi vida. Sin embargo, como loco que soy, ya estoy esperando la tercera y última parte que sale este verano. Se llama Ciempiés 3: La Secuencia Final, y creo que tiene 30 personas. Ay mi madre.
3 ineptos que se pasan varias noches solos, amarrados sólo con cinta adhesiva, y como quiera no logran escaparse de 10.
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