El Calor es una comedia clásica en su formato: dos agentes de la ley, que pueden ser tanto del mismo precinto como de diferentes fuerzas policiales, con muy diferentes puntos de vista de cómo hacer las cosas, son tirados en un mismo carro para que unan sus fuerzas y atrapen al o los villanos que el guión ha creado.Del molde de las 48 Horas o el Arma Letal, o la Calle Salto Número 21, la película se diferencia de aquellas principalmente en que las protagonistas son mujeres, y ese cambio de género es refrescante. Melissa es una detective muy buena pero de métodos y comportamientos controversiales. Es desorganizada, tumultuosa, bullosa y acelerada. Claro está, la unen a Sandra, una agente del FBI comedida, rígida y tensa. Este es el tipo de película en el que el caso a resolver no es tan importante como la química entre los personajes (y actores) principales, y ambas chicas son muy chistosas y se llevan bien en cámara.
Vengo siguiendo a Melissa desde que era Sookie, y soy del equipo que se la encuentra muy cómica (sorpresivamente, hay quienes no la consideran así). Sandra ha hecho muchas comedias y siempre ha demostrado ser adepta a ellas, y aquí nada cambia. Ya ni recuerdo cuál era la trama principal, y no importa, sólo sé que me reí unas cuantas veces y no quedé con mal sabor en la boca. Si hacen una segunda parte la veo (y la van a hacer un día de estos), y diría que la recomiendo. Ellas dos juntas pueden inventarse cualquier cosa y es probable que yo lo recomiende.
7 de 10.
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