jueves, 29 de enero de 2015

John Wick

He visto dos películas, una tras otra, con dos versiones morales de la misma moneda.
Esta es la primera, que cuenta la historia de un hombre recién enviudado, la tristeza saliéndole por los poros, aburrido en su casa sin hacer nada (suerte para él que parece tener dinero y no tiene que salir a trabajar como casi todos nosotros, o quizá quedarse en casa todo el día no es suerte). Una noche recibe, por medio de entrega de paquetes a domicilio, una perrita linda y cariñosa, y una nota de su difunta esposa diciendo que ésta ahora será quien le dará amor para que él pueda recuperarse poco a poco. Como los perros tienden a hacer, Daisy la perrita se mete rápidamente en la cama y el corazón de John. Todo bien hasta ahora. Las cosas no se quedan tan amenas como voy narrando, pero para preservar la experiencia e integridad de la peli, deberías dejar de leer si no quieres enterarte de lo que sigue, ya que no puedo contar nada más sin entrar en algún detalle.
Hola. Ya que seguiste leyendo, te diré que un trío de idiotas liderados por un engreído hijo de la mafia se metieron a robar el carro de John, apaleándolo en el proceso y matando a la perrita. Sniff. Es aquí donde el asunto rápidamente se vuelve color de hormiga, porque lo que los asaltantes no sabían es que el viudo alguna vez, antes de conocer a su esposa y dejarlo todo por ella, era conocido como el más peligroso de los asesinos a sueldo, al que uno contrata si se quiere aniquilar al cuco. Y este tipo no tiene piedad, al parecer, y la reacción desmedida y desbocada al asesinato de su perrita es algo de ver, increíble e impresionante.
La acción no afloja en ningún momento desde que sucede lo arriba narrado, y la venganza no perdona previas amistades. Hablaba de las caras de una moneda arriba porque este John no era una persona buena antes de conocer a su esposa. No dicen exactamente a quienes mataba, pero alguna vez llegó a hacer trabajos para la misma mafia a la que caza ahora, así que no es como que era un santo vengador. El es la cara de la moneda con un compás moral ambiguo, pero que disfrutamos en la peli porque su enfoque nunca pierde a los villanos de la mirilla.
Diría que me encontré disfrutando el tipo de imperdonable violencia que John estaba regalando a izquierda y derecha. Es reprehensible totalmente (casi totalmente, la perrita merecía algún tipo de venganza después de todo), pero el ballet de balas que Keanu desata es de admirar. El guión no es nada de premios, pero cumple el cometido. Los villanos son algo trillados y la policía (exceptuando un momento muy divertido en el primer tercio de la peli) brilla por su completa ausencia, algo casi tan increíble como lo que vemos en pantalla.
Me gustó y la recomiendo. Me alegra ver de vuelta a Keanu el inmortal.
7.6 respuestas concisas a preguntas amenazadoras que tienen el poder de desinflar cólera de 10.

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