lunes, 21 de marzo de 2016

The Hateful Eight

La nueva película de uno de los directores/escritores más aclamados de los últimos 20 años, Quentin Tarantino, es una vaquerada bien rara y divertida. Primero, se parece mucho a sus Perros de Embalse (no le busques muchas patas al título, que ni el mismo autor tiene explicación de ser), en que nuestros protagonistas terminan en una gran habitación, donde la mayoría de la película, con sus fenomenales diálogos, toma lugar. Y aunque el motivo que los lleva a unirse aquí no es exactamente el mismo que en aquella película (aunque varios de los actores participan en ambas), siento el mismo tipo de ritmo.
Es casi imposible explicar concretamente de qué trata esta película sin entrar en detalles que arruinarían la trama, así que lo intentaré. Mentira, no lo intentaré. Pero sí diré que el título, los odiosos ocho, se refiere a los personajes más prominentes (porque conté más de 8 en total), quienes tienen diferentes razones, ninguna buena, de estar en la zona inmediata cuando una terrible tormenta de nieve los arrima a todos en una cabaña de paso. Nadie está contento de la compañía que forzosamente tienen que llevar, algunos de ellos descubriendo que tienen mucho más en común con estos ‘extraños’ de lo que se imaginaban. Las cosas se van poniendo poco a poco color de hormiga cuando un giro de la historia acelera rápidamente el desenlace.
Es una buena historia, filmada de manera capaz (debe ser difícil hacer que un solo lugar acomode una historia entera, tantos ángulos para filmar, etc.), y actuada creíblemente por una gran cantidad de excelentes actores. La música, creada por el legendario Ennio Morricone, autor de la más reconocida música de vaqueros, el tema del Bueno el Malo y el Feo, entre más de 500 otros créditos, ganó el Oscar a mejor música original.
Para los que gustan de tremendo diálogo, y tremenda violencia, este es otro tesoro. Es larga y da frío, eso sí.
Un odioso 8 de 10.

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