Esta es la segunda parte de tres en la
historia que sirve de prefacio al Señor De Los Anillos, el libro que topó
muchas de las listas de “mejor del siglo” en el 2000 (y con mucha razón, en mi
opinión).
La historia continúa con Bilbo acompañando
a los enanos en su camino a la Montaña Solitaria, el asiento de poder de antaño
de los enanos desde donde sus reyes gobernaban, y donde amasaron una fortuna
inmensa. Es el lugar habitado ahora sólo por Smaug, el último de los terribles
lagartos voladores de la primera era de la Tierra Media, un dragón con apetito
voraz por la destrucción. Con un camino fraguado de peligros, sean arañas
gigantes (ahí se acabara el show conmigo), elfos nada amistosos, orcos a los
talones cazándolos empedernidamente, y al final de todo esto un dragón
esperándolos, esta historia está llena de momentos de acción increíbles.
Siempre haciendo el hincapié de que soy
fanático de la serie, sea en libro o en película, y que no tengo ningún
problema con que se lleven casi doce horas para narrar un libro de algo más de
300 páginas, diré que me gustó mucho, incluso las partes añadidas a la historia
que no existían originalmente.
Los efectos especiales son buenos aunque
ahora menos sutiles que en la original trilogía contada, pero aún así son
perfectamente utilizados para beneficio de la historia. Recuerdo haber salido
incómodo de la sala de cine, ya que se acabó en un momento crucial de la
historia, negando totalmente el subtítulo que le dieron. Ahora, a esperar un
año para la secuela final (al momento de escribir esto ya la he visto también y
estoy más tranquilo).
No entiendo a las personas que se han
cansado con la historia, quejándose de que es muy larga, etc. Cualquier momento
para volver a la Tierra Media es excelente. Además, no puede haber comparación
válida entre esta historia y la de Sauron (él es El Señor De Los Anillos,
después de todo) porque la historia del Hobbit es sólo una minúscula
introducción a este mundo de aventuras, y la otra es la obra maestra de este
escritor.
Sea como sea, si te gustó la primera, no
hay forma de no ver la segunda, y te quedarás con ganas de ver la tercera. Y
por ahora olvídate de ver otras películas basadas en los otros libros de Ronald
Reuel, porque él sólo vendió los derechos a películas de estos dos libros, no
de los otros, y la gente que maneja su testamentaría no quiere saber de las
películas.
8.5
batallas-en-un-río-que-demuestran-como-elfos-gorditos-pueden-brincar-todavía de
10.
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