Cuando salieron las películas originales, a comienzos de la última década del siglo pasado, mi hermanito era quien tenía la edad perfecta para disfrutarlas. A mí me gustaban, tontas como eran, pero tampoco he sentido el deseo de visitarlas otra vez. Esta nueva película se enfoca directamente en el grupo para quien fue creada, los niños y jóvenes comenzando la adolescencia.
La historia es cambiada un poco de la original. En esta, la novata reportera Abril O’neill quiere probar que es buena periodista investigando casos de asaltos que aparentemente son perpetrados por una banda llamada El Pie, de quienes no se sabe mucho hasta ahora. Tiene la suerte de, sin estar activamente buscándolo, se topa con otro robo en progreso de dicho clan, y observa cómo alguien misterioso interrumpe el robo, provocando que los maleantes escapen. Ay diache, ok, son las tortugas, no hay que hablar tanto para llegar a la conclusión. Abril tiene directamente que ver con que las tortugas hayan sobrevivido un fuego cuando chiquitas, y ahora vivan en los acueductos subterráneos de la ciudad. También una trama acerca de las tortugas siendo inyectadas con un suero (el que las convierte en lo que son) que acabara con... lo importante es que son cuatro tortugas adolescentes, mutantes, y quien las crió les enseñó a pelear como ninjas. Además son chistosas, esos chistes que son bobos y muchas veces referenciales (qué grupo canta la última canción que Miguelangel toca en la van?).
Los efectos especiales son muy buenos, ahora las tortugas tienen muchas más expresiones que antes; las peleas no están atadas al hecho de que los trajes viejos eran pesados, ya que sólo hay que filmar a gente peleando y luego las computadoras crean tortugas encima de los actores. Abril actuó malísimo, el guión es predecible, y aparte de las cosas que obviamente hay que tragarse (tortugas hablando), hay unos cuantos momentos que hay que darse en la frente de lo mentiroso que son (Abril otra vez, esta vez en una antena).
Sin embargo, con todos los peros, no puedo decir que es mala. Diría que mientras más joven seas, más te gustará.
6.4 momentos en que el intento de parecer peligroso imitando a un súper héroe fallan de 10.
La historia es cambiada un poco de la original. En esta, la novata reportera Abril O’neill quiere probar que es buena periodista investigando casos de asaltos que aparentemente son perpetrados por una banda llamada El Pie, de quienes no se sabe mucho hasta ahora. Tiene la suerte de, sin estar activamente buscándolo, se topa con otro robo en progreso de dicho clan, y observa cómo alguien misterioso interrumpe el robo, provocando que los maleantes escapen. Ay diache, ok, son las tortugas, no hay que hablar tanto para llegar a la conclusión. Abril tiene directamente que ver con que las tortugas hayan sobrevivido un fuego cuando chiquitas, y ahora vivan en los acueductos subterráneos de la ciudad. También una trama acerca de las tortugas siendo inyectadas con un suero (el que las convierte en lo que son) que acabara con... lo importante es que son cuatro tortugas adolescentes, mutantes, y quien las crió les enseñó a pelear como ninjas. Además son chistosas, esos chistes que son bobos y muchas veces referenciales (qué grupo canta la última canción que Miguelangel toca en la van?).
Los efectos especiales son muy buenos, ahora las tortugas tienen muchas más expresiones que antes; las peleas no están atadas al hecho de que los trajes viejos eran pesados, ya que sólo hay que filmar a gente peleando y luego las computadoras crean tortugas encima de los actores. Abril actuó malísimo, el guión es predecible, y aparte de las cosas que obviamente hay que tragarse (tortugas hablando), hay unos cuantos momentos que hay que darse en la frente de lo mentiroso que son (Abril otra vez, esta vez en una antena).
Sin embargo, con todos los peros, no puedo decir que es mala. Diría que mientras más joven seas, más te gustará.
6.4 momentos en que el intento de parecer peligroso imitando a un súper héroe fallan de 10.
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