sábado, 27 de abril de 2013

Hope Springs

Leí en algún lugar que las películas “románticas” siempre se conciernen con el comienzo torpe y maravilloso de un romance o el final agrio y triste de otro. Casi nunca enfocan la mirada a la parte del medio, la convivencia diaria, la rutina, lo que hace que cada relación sea su propia entidad. Esta película intenta algo raro, mostrarnos a una pareja que tiene mucho tiempo de casados, con hijos ya adultos, y viviendo una rutina aceptada aunque no feliz. El esposo ya está acostumbrado a sus hábitos, a tal hora toca tal cosa, desayuno a la misma hora con periódico al lado, golf en televisión hasta dormir, salir para el trabajo a tal hora exacta, etc. Hasta las interacciones con la esposa son parte de la programación diaria. Ella, a diferencia, no está contenta con este arreglo. Poco a poco ha ido adquiriendo el valor para enfrentar no sólo a su esposo, sino a una vida monótona y sin sentido que no era la que ella esperaba para sí a su edad. Con esta determinación ya sembrada ella los inscribe a ambos en una semana de terapia intensiva de pareja, en otro estado al que tendrían que ir volando en avión, para encaminar su matrimonio en una vía más saludable o terminar de una vez por todas.
La historia es buena, las actuaciones principales no tienen fallo (todo el mundo está en su mejor juego cuando la primera dama de la actuación en cine está presente). Es una comedia con peso, con suficiente verdad mezclada para uno hasta cierto punto relacionarse con ellos. Quizá no hayas llegado a esa edad o punto en tu relación (y quizá sí), pero es una llamada a levantarse, a no dejarse caer en las arenas movedizas de la complacencia.
7.1 saludos-de-la-vecina-que-son-recibidos-con-amabilidad-y-un-puñal-en-la-espalda de 10.

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