sábado, 10 de octubre de 2015

Tomorrowland

La nueva película de George Clooney es una aventura con un buen mensaje, pero algo lenta en la ejecución percibida.
Una jovencita que, por medio de actividades subversivas con motivos altruistas (por ejemplo, dañando equipos de construcción que próximamente serán utilizados para demoler una infraestructura tecnológica inspiradora de sueños), llama la atención de las autoridades, de repente se encuentra en medio de una aventura sin igual cuando entre sus pertenencias aparece un botón misterioso con efectos “mágicos”. El botón, sin ella saberlo, está programado con su señal genética, y sólo ella al tocarlo logra visualizar un mundo completamente diferente (sin físicamente dejar el que ella habita). Con un claro punto en el horizonte al cual dirigirse, la chica encuentra una ciudad increíble, llena de maravillas tecnológicas. Y de repente se le acaba el viaje, el botón deja de funcionar.
Con un incentivo tan grande, ella decide buscar respuestas, y sin querer se envuelve en una intriga cuyo final es destruir al mundo que conocemos.
La película me gustó, y la recomiendo, aunque no al cine. Tiene excelentes efectos especiales, la imaginación vuela en este nuevo mundo. Y el mensaje detrás de todo, acerca de cuidar nuestro mundo, de ser agentes del cambio para bien, etc., es un buen mensaje que todos deberíamos oír e implementar. Pero de alguna forma la película fuerza el mensaje, como si te lo estuvieran metiendo a la mala por la garganta, como una mala medicina. Se siente más como una tarea que te están casi obligando a hacer, y no como una capa más de genialidad para descubrir (Wall-E logró hacerlo con mucho mejor resultado).
Quizá por eso no hizo tanto dinero en el cine, porque aparte de eso, los actores son buenos, la trama es divertida sin muchas complicaciones, los efectos igual a lo mejor que hay en el mercado.
Como dije anteriormente, la recomiendo. Pero quedé con el deseo de decir que fue tediosa, aunque nunca lo fue.
7.5 de 10.

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