Maleficent

Disney últimamente está haciendo repeticiones en vivo de sus más famosas películas animadas, y casi todas han tenido suerte en la taquilla. No es una repetición fiel, porque los tiempos han cambiado para mejor, y ahora las normalmente indefensas ‘heroínas’ de las historias se pueden valer por sí mismas, sin necesidad de un príncipe que las venga a rescatar. Así también existe un mayor énfasis en el amor de la familia, entre hermanos y entre padres e hijos, etc.
Esta nueva versión del cuento de la Bella Durmiente nos da el punto de vista de quien fuera la villana de la película original, Maléfica, una bruja que no fue invitada al bautizo de Aurora (la BD) y decidió echarle un maleficio (de ahí el nombre, no? a la mujer esta le gustan sus maleficios) indirecto a los padres, a través de la niña.
Pero no todo es blanco y negro. Vemos aquí que Maléfica no era una mala hada, en realidad era la mejor de ellas, protectora de su tierra mágica, muy querida. Fue llevada al borde de la locura por las maldades y atrocidades que le causaron los humanos, el peor de los cuales es el papá de Aurora, el rey. Ah, porque Aurora no es cualquier niña, sino la princesa del reino humano más cercano a las tierras mágicas de Maléfica, se me había olvidado decir.
 Pero nuestra anti-heroína (el nuevo término para los que no son decididamente buenos pero que en realidad no son tan malitos, sino mal interpretados, para que el público como que pueda todavía apoyarlos sin sentirse monstruos) no dejó nunca de observar el crecimiento de la niña, y hasta llegó a encariñarse con ella, tanto así que el amor entre las dos (la niña no sabe del maleficio, etc.) era como de madre e hija. Y bueno, las cosas se van por ahí, ya que el muy mencionado maleficio no es reversible, excepto...
La película es muy buena, y la actuación principal pertenece a una de las actrices más carismáticas del cine en estos momentos. Buenos efectos especiales, es un buen ejemplo de la modernización de los cuentos de hadas, que antes eran inadvertidamente sexistas.
7.8 niñas actrices que no se asustaban frente al monstruo con quien actuaban porque dicho monstruo era su mamá en la vida real de 10.