martes, 17 de febrero de 2015

The Giver

Esta película está basada en un libro del 1994, y el protagonista en el libro es un niño de 12 años, a la víspera de su clasificación dentro de la sociedad en la que vive, una sociedad futurística y aparentemente post apocalíptica. No es del tipo de sociedad a la que estamos acostumbrados a ver en otras tantas películas, en las que los edificios están destruidos, las personas son caníbales o al menos maleantes y asesinos, y todo se ve decaído; o quizá como en el Traficante de Navajas, con un futuro distópico aunque con tecnología avanzada. Es una ciudad organizada, donde todo el mundo tiene un trabajo específico que hacer, el cual es asignado cuando cumples los 12 años. Bueno, no exactamente cuando cumples 12 años, sino en un día específico de diciembre para todos los que están en su doceavo año. Cada niño ha sido observado a través de su crecimiento para determinar el rol que van a cumplir cuando sean adultos e ingresen a formar parte contribuyente. Es importante saber que en esta sociedad se acostumbra a hablar con precisión de lenguaje, ningún símil, metáfora, hipérbole, etc. Nada de "este bizcocho es fantástico!" ni nada por el estilo.
El asunto es que el chico protagonista no sabe exactamente en qué va a clasificar, a diferencia de sus amigos. Y es porque él tiene las aptitudes perfectas para ser el próximo Receptor, el papel más importante de la colonia y uno que sólo una persona por generación puede llevar. Básicamente el papel de Receptor es recibir las memorias colectivas de la humanidad, aquellas que traen consigo sentimientos, sea dolor, amor, colores, y demás yerbas que hacen que nuestras vidas sean maravillosas. Siendo él la única persona que mantendrá esas memorias, los otros miembros de la sociedad pueden vivir una vida sin preocupaciones, pero sin saber todo lo que se pierden, todo por lo que vale la pena vivir. Y claro, el titular Transmisor es el que tiene todas esas memorias, y quien las transmite poco a poco a aquél que seguirá su trabajo.
Cuando el chico se rebela contra todo lo que hasta ahora conocía, por culpa de las tantas nuevas experiencias que le dan una gran nueva perspectiva, las cosas comienzan a complicarse.
La película cambió unos cuantos detalles para mal. En realidad cambió muchos detalles para hacerla más cinemática, pero si una pieza de arte es llevada a otro medio, algo tiene que perder del viejo medio para que tenga algo que ganar en el nuevo. Algunas decisiones, eso sí, me las encuentro innecesarias. El niño de 12 años ahora cumple 18, y las tonterías pensadas con total veracidad por un chico de 12 que está comenzando a descubrir su identidad y físico, etc., se vuelven disparates porque nadie lo creería de un casi adulto, por más aislado que haya crecido. El libro es muy específico en sus descripciones, y por mala suerte este guión no tradujo los descubrimientos a un formato visual llamativo. Además, a veces un libro interesante pierde mucha de su historia al llevarse al cine porque no normalmente no puedes filmar monólogos internos, sentimientos descritos, y así. Si hubieran de alguna forma filmado la película exactamente como el libro es narrado, como quiera hubiera sido aburrida. Peor aún, el libro es precursor de muchas otras historias con héroes y heroínas jóvenes luchando contra sociedades torcidas, y muchas de estas historias ya han sido llevadas al cine con mejores resultados, causando que lo que quizá hubiera sido innovador hace 20 años ahora es algo tonto.
Los actores principales hacen lo que pueden con el material, el pobre Jeff B tiene todos los años del mundo tratando de llevar este libro al cine y por fin lo logra y le sale esto, pero lo hace muy bien con el pequeño e importante papel que tiene. Meryl tiene un papel inexistente en el libro, pero si Meryl te dice que va a salir en tu película, tú te inventas un papel para ella, y cuidado si no es bueno. Preferí leer el libro, y es probable que no lea los tres que me faltan de la cuadrilogía. No tendré que preocuparme por las siguientes películas, estoy casi seguro que no habrá más. Me pasé de la raya escribiendo de una película mediocre.
6 memorias en la nieve que aparentemente son muy recientes y por ende pierden el sentido de 10.

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