Los libros de Lyman Frank Baum (escribió catorce aventuras en el mundo de Oz) han sido populares desde que el primero salió en el 1900. La clásica historia llevada al cine y televisión varias veces cuenta de cómo Dorotea de Kansas y su perrito cayeron en las garras de un tornado y viajaron al mágico mundo. Pero esta película se va mucho más atrás, a explicar básicamente cómo un mago de segunda, charlatán y cobarde, se las arregla para convertirse en el rey y señor de una tierra en la que cayó también vía tornado. Muchos de los personajes famosos hacen una primera aparición, al igual que algunos de los locales.La película es buena, aunque la actuación principal no me gustó tanto. Las hermanas encargadas del reino lo hacen muy bien en sus respectivos papeles, y la historia en sí tiene cierta lógica y funciona. Quizá con un protagonista diferente me hubiera gustado más, pero tampoco es como que James lo hace súper mal como Oz. Algo que noté es que las escenas, mejor dicho los escenarios, aun cuando todo se ‘ve’ moderno, computarizado y en tres dimensiones, también se notan como si fueran falsos. O sea, se notan falsos a propósito, como si fuera esta una verdadera secuela de la famosa película de Judy Garland, y fuera filmada hace 60 años, con escenarios y trasfondos claramente falsos. No distrae de la historia, y hasta creo que es un buen toque de pseudo autenticidad que entabla una conexión con las viejas historias.
El dinero que en menos de una semana ha logrado acumular la película garantiza una secuela a la precuela.
Me gustaron las ideas del mundo blanco y negro que luego tomaron diferente forma pero mantuvieron la misma esencia en el tecnicolor de Oz (no quiero expandir para no arruinar la trama o poner ideas en la mente que quizá debas concluir tú).
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