sábado, 19 de enero de 2013

Hysteria

Demos gracias que vivimos en esta época, y no antes. Cualquier período antes significaba coger una lucha por cualquier tontería (supongo que así dirán de nosotros en el futuro, cuando todo el mundo esté como la humanidad de Wall-E).
Esta película, basada en una historia verdadera, nos cuenta que en la Inglaterra victoriana de finales del siglo 19 los hombres eran unos vagos en cuanto a sexo, y tenían a las pobres mujeres abandonadas a una vida casi de castidad. Así las cosas, las mujeres sufrían de lo que fue diagnosticado como histeria, que aunque nunca lo decían, es básicamente la falta de macho. Y un viaje de doctores charlatanes aparecieron que disque trataban esa condición, con masajes y ungüentos y eso. Pero lo que hacían es, y cómo yo digo esto sin que la página deje de ser casi apta para menores de edad? Me voy técnico entonces. Los charlat…, digo, los doctores entraban a las pacientes, la subían en una desas camillas que usan los ginecólogos ahora, con las piernas al aire, y le daban masajes en el clítoris hasta que ellas alcanzaban lo que sabemos es el orgasmo. Y presto, curadas, por una semana como mucho. Estos doctores se pasaban el día! todos los días! haciendo esto, hasta que le daban calambres en las manos. La trama sigue al joven doctor que entró en una destas prácticas y entendió que ese método ‘científico’, y hasta el mismo diagnóstico, eran un disparate. Es una historia de amor entre dos personas muy diferentes en profesión pero muy iguales en personalidad, y también explica la creación de uno de los artículos más famosos y utilizados de la era moderna, el vibrador. Un aparato tabú que una sobrecogedora mayoría de mujeres debe tener en sus casas. La revolución sexual quizá no comenzó aquí, pero este fue uno de los primeros salvos.
Es una historia cómica, aunque no es comedia, y entretiene placenteramente sin llegar a obscenidad ni brillantez.
6.6 inocentes-patos-en-el-lago-que-predicen-el-futuro-de-una-nueva-pareja de 10.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario